Chalecos amarillos una Semana más de Lucha

Noviembre 2018. Por primera vez, el gobierno francés se encuentra confrontado con un movimiento ciudadano, espontáneo, y que nació en las redes sociales.

El movimiento de protesta, inicialmente desencadenado por la subida de las tasas sobre los precios del combustible, ya se extendió a muchas más reivindicaciones –fiscales, sociales, y políticas. Nos juntamos a las protestas parisinas del sábado 2 de marzo (el acto XVI de las protestas, abriendo el cuarto mes de lucha) para entender al movimiento de los “chalecos amarillos” mejor.
Los chalecos amarillos no fueron llamados a protestar por ningún grupo político o sindicato. Tampoco forman un grupo homogéneo; juntan franceses de todos orígenes, todas orientaciones políticas, todas edades, y todas clases sociales. Toman las calles y bloquean rutas todos los sábados, en todo el país, con el objetivo de crear parálisis y de dar voz y visibilidad a las reivindicaciones populares.
Pero más específicamente; ¿en qué consisten las reivindicaciones de los chalecos amarillos? El movimiento social pide, entre otras cosas, la aumentación del poder de compra para las clases medias y bajas, un salario mínimo más alto (1300 euros mensuales), un sistema de impuestos más justo, y que se mantengan los servicios públicos. A nivel político, los chalecos amarillos exigen una mejora significante de la democracia representativa (proponen por ejemplo la implementación del Referéndum de Iniciativa Ciudadana, que permitiría al pueblo francés de encontrarse a la fuente del proceso legal), o la demisión de Emmanuel Macron…
Para responder a estas reivindicaciones, el gobierno francés lanzó en diciembre un “gran debate nacional”, con la idea de construir un puente, un diálogo, entre el pueblo y el poder; una respuesta considerada insuficiente para una gran mayoría de franceses. Más generalmente, el gobierno francés es criticado internacionalmente por la manera con la que maneja el movimiento. Las violencias policiales ya causaron muchos heridos (las estimaciones denuncian alrededor de 2000 heridos), y once personas murieron desde el principio de las protestas.
Mientras siguen las protestas, esperamos que este costo humano no aumente, y que la lucha no termine antes de que el poder ejecutivo tome la decisión de, por fin, tomar en cuenta la opinión del pueblo.

 


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